ANTOLOGÍAS POÉTICAS EN DONDE FIGURAN POEMAS DE LA AUTORA

SONETOS PARA EL SIGLO XXI Ed.VITRUVIO

 

APARECE UNA ANTOLOGÍA POÉTICA

Sonetos de la autora recogidos junto a los de:

 

los Premios Nacionales de Poesía Antono Gamoneda, Luis Alberto de Cuenca, Antonio Hernández, Luis García Montero y otros autores de gran relieve.

AMORES INFIELES, Madrid, Pigmalión/Sial, 2013.

[Uno de los poemas y una narración de entre los textos de la autora contenidos en esta antología poética) 

 

 HOGUERAS DE PLATA


 Tu ausencia vuelve el lecho grande

 y ha estrechado la luz,

 espesa el líquido azul del abismo.

 Tu ausencia acorta el atardecer,

 enciende farolas de angustia

 y entreteje una red de arena,

 mordaza de mi risa.

 Tu ausencia desnorta mis manos,

 sabiendo las suyas

 en tu cuerpo inmerecido.

 Pero tu ausencia prende un fanal,

 de lucidez golosa,

 un saberte en el centro

 de la sed de mis grutas.

 Sentirte lejos me acerca

 con hogueras de plata

 y señales entre el cabello,

 que ella no entenderá.

 Soy tren hecho de sangre

 de amapola y renuncia,

 busco apenas reptar

 el fino borde de tus miedos

 hasta colarme ardiendo

 en tus ojos transparentes.

 

   *   *   *

 

 

“EL OTRO” DE “LA OTRA”

 

 Tras tres años de amor y sexo con mi compañero de trabajo casado, comencé a seguir a su esposa; quería entrever en sus pasos, ademanes y gustos, por qué él la había elegido un día, por qué no podía dejarla, por qué siempre yo “la Otra” y ella “la esposa”. “En realidad somos muy iguales, almas gemelas, pero soy infiel por naturaleza”-Me decía él en la cama, tras hacerme el amor. Lo amaba con la profundidad carnosa de los amores más desesperados, por su ingenio, por su inteligencia, porque tarareaba mientras comía, porque tenía las mejores ideas en el trabajo, era el mejor creativo, el más sagaz e interesante; lo amaba por su original elegancia al vestir, su corte de pelo, el decoro con los cubiertos en la mesa… Todo en él rezumaba seguridad y encanto.

 

La odié en cuanto empecé a seguirla, instantáneamente, por su belleza, por esa femineidad grácil que sólo algunas mujeres poseen: en su gestos quebradizos, en su aparente fragilidad, en la suavidad al bandear la melena exquisitamente cortada, la onda larga y cobriza que le resbalaba desde la frente a la barbilla;todo ello aderezado por una amable, pero firme seguridad al mirar a las dependientas, cuando hablaba con el camarero, al llamar al taxi… Luego me despertó más curiosidad y quise verla interactuar con él. Los seguí un sábado por la mañana y ambos entraron en una boutique de caballero cara, a través del escaparate vi cómo ella seleccionaba varias camisas a juego con dos elegantes pañuelos de los que él solía llevar. Cuando él salía del probador, ella negaba o asentía con la cabeza.

 

Después fueron a comer a un caro restaurante de pescado y marisco; me senté bajo mi pamela insólita y ridícula al fondo, y a través de unas gafas de sol más ridículas que la pamela, observé cómo pedían y actuaban. Al comenzar con su rodaballo al horno, ella interrumpió su casi silencioso, relajado tarareo, le dio un leve y cariñoso manotazo en la mano, “no, recuerda, el pescado siempre con pala”. Después fueron a la librería, entre los estantes escuché la voz de ella, diciéndole: “éstos dos para que los leas esta quincena, imprescindibles”. No podía creerlo, eran dos de mis novelas preferidas, de Dostoievski y Clarín. Él se fue, pues tenía una cita conmigo a la que yo jamás acudiría, ella se quedó curioseando libros, yo curioseándola a ella. Hasta que lo entendí todo. Todo lo que amaba en él era ella, el ingenio de ella, la elegancia de ella, los libros de ella, la ropa de ella, sus propios gustos…

 

Fingí un tropiezo y nos conocimos, comenté los libros que ella llevaba en las manos y una intensa conversación surgió, tomamos un té, y… Somos amantes desde hace tres años. Dejé a su marido, cambié de trabajo, ella nunca sabrá que era mi amante, pero no quiere dejarlo por los niños. Él es ahora el Otro. A ella la amo con la profundidad carnosa de los amores desesperados. Sin embargo, después de estar tres años sin verlo, él me despierta curiosidad, ella me habla de rasgos suyos que desconocía... Estoy pensando en seguirlo.

 


PARAÍSO. REVISTA DE POESÍA, DIPUTACIÓN DE JAÉN, 2014, PP. 74-80

LEER Y ENTENDER LA POESÍA: POESÍA Y PODER, Ediciones Castilla-La Mancha, Col.Humanidades, 2005, pp.180-183.

 

AZHARANÍA, Revista de Poesía, Castellon, El Almadar, 2014, p.18.

REVISTA PENÉLOPE, diciembre, 2014.

 

http://www.revistapenelope.com/obra/idoia-arbillaga/